sábado, 29 de octubre de 2011


Me hablas, si, y lo intento ¡Claro que lo intento! Pero seguir el hilo de tu palabra, se hace tan complicado. Porque cada vez que comienzas tu charla, no puedo escucharte ya que toda mi atención se centra tan solo en tu rostro...en todas y cada una de tus facciones que, inconscientemente, memorizo admiro y enmarco...


No puedo escucharte, porque a veces te acercas comprensivo, y tu pelo huele tan bien...y al final, acabo totalmente embobada en las nubes, completamente. Porque uno puede simplemente ignorar las puñeteras mariposas, pero ¿qué hacer con los otros sentidos?

Cada vez que me cruzo contigo, todo mi ser parece haberse puesto de acuerdo en joderme la vida, mi cabeza va por un lado y mis sentidos por otro, y yo no puedo partirme en dos.Para colmo de males, debe ser que soy masoquista porque por más que me diga una y otra vez que no voy a regresar, al día siguiente estoy ahí con una sonrisa estúpida y una conversación estúpida ¡De acuerdo! una excusa para hablar contigo...

En cuanto me sonríes, tan solo como tú sabes hacerlo, desde luego, dejas KO todo el sistema de defensa que había ido creando. Conclusión: La culpa es tuya ¡Ja! Pero es que es muy difícil...es muy difícil ponerse a charlar contigo teniéndote delante...Vale, no se puede hablar con alguien de otra forma, pero aun así es difícil.

Y me gusta todo, absolutamente todo: me gusta tu cara, me gusta tu cuerpo, me gusta tu carácter...me gustan incluso tus defectos, que también los tienes, y que me hacen sentir cerca de ti por ser imperfecto al igual que yo ¡Y es que me gusta hasta tu faceta arrogante! que si no estuviera, tu no serias tu...y entonces ¿De qué me serviría esa cara y ese cuerpo por muy bonitos que fueran? La gracia la veo en toda la combinación, supongo.


Y es que, el mundo nunca me trato demasiado bien...más bien me dio una patada en la cara, me demostró que la vida era dura, la gente cruel, que la formación de vínculos era sinónimo de dolor, me enseñó que su propia naturaleza era doliente, puramente malvada...Pero cuando pienso en ti, cuando te tengo delante, cuando sonríes...este mundo malo ya no parece tan malo. [A] 

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